lunes, 30 de enero de 2012

ACERCA DE LAS AGUAS TERMALES


Estudios realizados sobre agua termal han permitido crear una amplia gama de tratamientos dermocosméticos basados en sus propiedades terapéuticas


  • El agua termal procede de fuentes que poseen propiedades terapéuticas. El líquido elemento se filtra en la tierra a una profundidad tal que se calienta hasta alcanzar temperaturas, que la hacen ascender por cualquier grieta geológica hasta la superficie. Durante su ascenso, el agua recoge diferentes minerales que la convierten en un líquido de propiedades únicas.
  • Estas aguas poseen factores energéticos como la potente ionización, mineralización, radiactividad, gases y variaciones de PH.
  • La mineralización de las aguas termales depende siempre de la composición del terreno por el que circulan o se acumulan. En general contienen flúor, hierro, bromo, boro, yodo, cromo, sodio, fósforo, arsénico y silicio carbónico entre los minerales más destacados.
  • A la gran variedad de composiciones minerales y de temperaturas de las aguas, corresponde las diferencias de sus propiedades. Con este agua se elaboran un gran número de productos cosméticos de tratamiento, que proporcionan los cuidados necesarios a todas las pieles. 


    El Agua termal y la piel
  • Entre las que tienen una acción más directa y específica sobre la piel destacan las siguientes:
  • Ricas en cloruros. Contribuyen a regular el exceso de sebo subcutáneo y calman la irritación de la piel.
  • Ricas en sulfatos. Aportan elasticidad a la piel y tienen un efecto relajante sobre el organismo.
  • Ricas en flúor. Destacan por su acción antiséptica sobre el cutis.
  • Ricas en hierro. Mejoran diversas afecciones de la piel y actúan como un eficaz complemento en las dietas adelgazantes.
  • Ricas en cobre. Favorecen tanto la síntesis del colágeno por parte de los fibroblastos, como de la melanina por los melanocitos y la de la queratina por los queratinocitos.
  • Ricas en zinc. Tienen una eficaz acción epitelizante, hidratante y reparadora. Además, logran contrarrestar y mejorar los cuadros de acné.
  • Ricas en calcio y magnesio. Destacan por su función activadora de la actividad enzimática de la piel.
  • Ricas en sodio. Ayudan a controlar el equilibrio hídrico de la piel. 



     Propiedades de la cura termal

En la actualidad la cura termal es uno de los sistemas terapéuticos que ha adquirido mayor trascendencia.
Cuando una persona se expone a un baño termal, recibe la acción directa de la temperatura en forma de shock, y los minerales comienzan a ser absorbidos en pequeñas concentraciones por la piel. Una vez en el organismo, los minerales son depositados en el tejido celular subcutáneo, y desde ahí ejercen su acción activando el metabolismo orgánico a través del eje hipotálamo-suprarrenal.
El secreto termal estriba en el juego rítmico que se provoca, traduciéndose en tensión-relajación / actividad-reposo.
La acción de este tipo de aguas sobre el organismo es múltiple y completa. Entre las propiedades curativas que poseen, se destacan las siguientes:
•    Estimulan las defensas del organismo.
•    Depuran la sangre, eliminándose las toxinas y productos de desechos por la sudoración y diuresis que provocan.
•    Reactivan el metabolismo retardado en muchos reumáticos.
•    Tienen poder desestabilizante sumamente útil, considerando la participación alérgica en el orden de las afecciones reumáticas.
•    Reeducan el sistema termorregulador, de enorme importancia en el reumático que ha perdido su capacidad de reaccionar y adaptarse a los cambios del medio ambiente.
•    Su poder analgésico y calmante de dolores es bien conocido.
•    Relajan los músculos y por su acción revulsiva y resolutiva, actúan sobre los edemas, tumefacciones y procesos crónicos fibrosos.
•    Sedan el sistema nervioso.
•    Reconstituyen y tonifican.
•    Modifican el terreno reumático en modo significativo.
•    Ejercen acción miorelajante, sobre las contracturas y rigideces neuro-músculo-osteo-articular, de capital importancia en los tratamientos de rehabilitación y reeducación músculo esquelética.